7 años hacía que no pisaba la archiconocida ciudad del amor. Fui por primera vez durante una época de fallas, intentando escapar de los petardos de Valencia. Ahora, aprovechando que tengo una amiga allí, me organicé una escapada para recordar viejos tiempos. Como dice ella ¡la primera de muchas! París es una de las ciudades europeas que mejor combina monumentos, actividades culturales, conciertos y música en directo, el paraíso de las compras y una agitada vida nocturna. Por este motivo, estés los días que estés en la ciudad nunca serán suficientes. Yo visité la ciudad de forma express, durante un fin de semana y la verdad que para el poquito tiempo que tuve, lo aprovechamos a tope. Cogí un autobús el viernes desde Estrasburgo, directo a París (estación de autobuses Gallieni), con la compañía de buses Eurolines. Ya los utilicé en un viaje a Praga y quedé encantada. El viaje es algo largo pero los autobuses disponen de wifi gratis así que al menos estas distraída.
El primer día en París comenzó muy temprano, con olor a "croissant" recién hecho y café. GRACIAS ANA! Comenzamos la visita con el Arco del Triunfo. Para llegar hasta allá cogimos la línea 7 desde Mairie d´Ivry hasta Place d´Italie donde cambiamos a la 6 hasta la parada de Charles de Gaulle- Étolie. Se trata de uno de los monumentos más representativos de la ciudad, junto a la Torre Eiffel. Fue construido entre los años 1806 y 1836 bajo las órdenes de Napoleón Bonaparte, quien quería conmemorar con él la victoria en la batalla de Austerlitz. Paseamos por la Avenida de los Campos Elíseos en dirección a la Plaza de la Concordia, donde se encuentra el obelisco de Lúxor. Una vez allí, teníamos al este los Jardines de las Tullerías, al sur la Asamblea Nacional, los Inválidos y el Petit Palais y al norte la iglesia de Madeleine. Decidimos seguir paseando hacia el sur, fijando como objetivo los Inválidos, una construcción realizada en el siglo XVII para que los soldados franceses retirados la utilizaran como residencia. Una vez visto este palacio retrocedimos para visitar los Jardines de Tullerías, el primer jardín público que hubo en la ciudad. Cuenta con una ubicación privilegiada entre la Plaza de la Concordia y el museo del Louvre por lo que se trata de uno de los parques más concurridos y activos de la ciudad. Llegamos allí poco antes del medio día, bajo un sol abrasador pero realmente mereció la pena. Los cruzamos en dirección al museo del Louvre. Esta vez no visité el museo, puesto que ya lo había hecho la vez anterior e iba justa de tiempo. Sin embargo lo recomiendo encarecidamente para aquellas personas que vayan por primera vez a París y tenga algo más de tiempo. Estuvimos echando un par de fotos en la plaza central y observando a los numerosos turistas que habían. De la misma forma que recomiendo el museo de arte moderno "Georges Pompidou", donde después nos dirigimos. Se encuentra muy cerca del museo del Louvre entre los barrios de Les Halles y Le Marais y no muy lejos del Ayuntamiento. La calle Saint-Martin, justo delante de la fachada principal es una de las más antiguas de París. Aprovechamos que estábamos en esta zona repleta de restaurantes, cafés y pequeñas tiendas para comer y hacer algunas compras. Es uno de los mejores barrios si buscas algo distinto, diferente a los productos que puedes encontrar en las tiendas convencionales. Hay numerosas tiendas de segunda mano donde adentrarse en ellas es una gozada. Puedes encontrar de todo, desde cazadoras de piel, hasta sombreros o piedras curiosas. Me encantó!
Tras reponer fuerzas y café helado en manos nos dirigimos a visitar la catedral de Notre Dame, que se encontraba muy muy cerca. Cruzamos el río, pasamos por el mercado de las plantas y nos adentramos en la "Île Saint-Louis" una de las zonas más encantadoras, tranquilas y caras de todo París. Originariamente esta zona se dedicó al pasto de ganado y almacén de madera hasta el siglo XVII, cuando fue poblada por los ciudadanos más ricos de la ciudad, que instalaron allí sus pequeños palacetes.
Muy próxima a esta zona está la "Île de la cité", la cual alberga en su parte este a la catedral de Notre Dame, una de las catedrales góticas más importantes. No sé si recordaréis la historia de Víctor Hugo "Notre Dame de París". Trata sobre el jorobado Quasimodo que se enamora de la gitana Esmeralda y la historia se sitúa precisamente en esta catedral.
El primer día en París comenzó muy temprano, con olor a "croissant" recién hecho y café. GRACIAS ANA! Comenzamos la visita con el Arco del Triunfo. Para llegar hasta allá cogimos la línea 7 desde Mairie d´Ivry hasta Place d´Italie donde cambiamos a la 6 hasta la parada de Charles de Gaulle- Étolie. Se trata de uno de los monumentos más representativos de la ciudad, junto a la Torre Eiffel. Fue construido entre los años 1806 y 1836 bajo las órdenes de Napoleón Bonaparte, quien quería conmemorar con él la victoria en la batalla de Austerlitz. Paseamos por la Avenida de los Campos Elíseos en dirección a la Plaza de la Concordia, donde se encuentra el obelisco de Lúxor. Una vez allí, teníamos al este los Jardines de las Tullerías, al sur la Asamblea Nacional, los Inválidos y el Petit Palais y al norte la iglesia de Madeleine. Decidimos seguir paseando hacia el sur, fijando como objetivo los Inválidos, una construcción realizada en el siglo XVII para que los soldados franceses retirados la utilizaran como residencia. Una vez visto este palacio retrocedimos para visitar los Jardines de Tullerías, el primer jardín público que hubo en la ciudad. Cuenta con una ubicación privilegiada entre la Plaza de la Concordia y el museo del Louvre por lo que se trata de uno de los parques más concurridos y activos de la ciudad. Llegamos allí poco antes del medio día, bajo un sol abrasador pero realmente mereció la pena. Los cruzamos en dirección al museo del Louvre. Esta vez no visité el museo, puesto que ya lo había hecho la vez anterior e iba justa de tiempo. Sin embargo lo recomiendo encarecidamente para aquellas personas que vayan por primera vez a París y tenga algo más de tiempo. Estuvimos echando un par de fotos en la plaza central y observando a los numerosos turistas que habían. De la misma forma que recomiendo el museo de arte moderno "Georges Pompidou", donde después nos dirigimos. Se encuentra muy cerca del museo del Louvre entre los barrios de Les Halles y Le Marais y no muy lejos del Ayuntamiento. La calle Saint-Martin, justo delante de la fachada principal es una de las más antiguas de París. Aprovechamos que estábamos en esta zona repleta de restaurantes, cafés y pequeñas tiendas para comer y hacer algunas compras. Es uno de los mejores barrios si buscas algo distinto, diferente a los productos que puedes encontrar en las tiendas convencionales. Hay numerosas tiendas de segunda mano donde adentrarse en ellas es una gozada. Puedes encontrar de todo, desde cazadoras de piel, hasta sombreros o piedras curiosas. Me encantó!
Tras reponer fuerzas y café helado en manos nos dirigimos a visitar la catedral de Notre Dame, que se encontraba muy muy cerca. Cruzamos el río, pasamos por el mercado de las plantas y nos adentramos en la "Île Saint-Louis" una de las zonas más encantadoras, tranquilas y caras de todo París. Originariamente esta zona se dedicó al pasto de ganado y almacén de madera hasta el siglo XVII, cuando fue poblada por los ciudadanos más ricos de la ciudad, que instalaron allí sus pequeños palacetes.
Muy próxima a esta zona está la "Île de la cité", la cual alberga en su parte este a la catedral de Notre Dame, una de las catedrales góticas más importantes. No sé si recordaréis la historia de Víctor Hugo "Notre Dame de París". Trata sobre el jorobado Quasimodo que se enamora de la gitana Esmeralda y la historia se sitúa precisamente en esta catedral.
Estaba atardeciendo y pensamos que que mejor lugar que la Torre Eiffel para ver la puesta de sol. Así que desde la catedral de Notre Dame nos dirigimos a la zona del Ayuntamiento para coger un metro en dirección a Trocadero. El ayuntamiento, un edificio imponente, estaba presidido por dos banderas multicolor con motivo del día del Orgullo Gay. Al llegar a Trocadero, salimos de la estación y allí estaba, la imponente Torre Eiffel y los Campos de Marte. Sin duda una de las vistas más bonitas de todo París y de Europa me atrevería a decir. Allí disparé mi cámara como una loca. Cuando Ana se cansó de posar y soportarme seguimos bajando por la explanada de Trocadero hasta la base de la torre Eiffel, la cruzamos y nos adentramos en el parque de la parte posterior. Esta vez no subí a la Torre, las colas eran enormes y ya lo había hecho la vez pasada. De la misma forma que tampoco dimos un paseo por el Sena, lo cual recomiendo si visitáis la ciudad. Nosotras lo hicimos en el viaje pasado, por la noche y he de decir que aunque fue precioso el ver todos los edificios iluminados, pasamos bastante frío. Pero bueno el que algo quiere algo le cuesta. Tras un rato paseando por los campos de Marte, pusimos rumbo a casa, dejando atrás una estampa preciosa: el cielo enrojecido tras la torre Eiffel.
El segundo día comenzó algo más tarde que el anterior pero con más energía si cabe. Tras más de 8 merecidas horas de sueño, estábamos listas para adentrarnos en el que podría ser mi barrio preferido de París, Montmartre <3.
Se trata de uno de los barrios más bohemios y particulares de la ciudad. Allí conseguí encontrar un verdadero canotier francés, llevaba muchos meses buscando uno que me gustase!! El día no podía comenzar mejor. Lugar de reunión de pintores, músicos y cualquier artista que se precie, parte de sus empinadas y estrechas calles se encuentran a 130 metros de altura sobre la ciudad lo que hace que subir a pie sea todo un logro. También es posible sino usar el funicular desde la Plaza Saint Pierre, pero perdería el encanto de hacerlo poco a poco desde las escalinatas, ver como las gitanas te intentan hacer firmar un papel por el que posteriormente habrás de pagar o a los vendedores ambulantes que te intentarán vender una réplica de la Torre Eiffel. Hasta 1860 fue una población independiente de París, con no muy buena fama debido a los numerosos cabarets y lugares de alterne que se instalaron en la zona, siendo el más importante de ellos el "Moulin Rouge".
Montmartre tiene dos áreas bien diferenciadas. En la base, la dedicada a los cabarets con sus luces de neón y en lo alto de la colina su zona bohemia por excelencia, la cual tiene como epicentro la "Place du Tertre". Ésta última es la zona más bonita del barrio, con numerosos pintores, pequeños restaurantes franceses, tiendas, numerosas creperías, donde nosotras decidimos hacer una parada gastronómica :) y un ir y venir constante de turistas. Además en la parte alta se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón o más conocida como la "Basilique du Sacré Coeur", un majestuoso edificio en mármol blanco con increíbles vistas a la ciudad. Además es posible visitar en este barrio el café donde se rodó la famosa película de Amelie, el Café des Deux Moulins, en el número 25 de la rue Lepic.
Sin duda mi rincón favorito de París! Espero que vosotros descubráis el vuestro!! :)
Se trata de uno de los barrios más bohemios y particulares de la ciudad. Allí conseguí encontrar un verdadero canotier francés, llevaba muchos meses buscando uno que me gustase!! El día no podía comenzar mejor. Lugar de reunión de pintores, músicos y cualquier artista que se precie, parte de sus empinadas y estrechas calles se encuentran a 130 metros de altura sobre la ciudad lo que hace que subir a pie sea todo un logro. También es posible sino usar el funicular desde la Plaza Saint Pierre, pero perdería el encanto de hacerlo poco a poco desde las escalinatas, ver como las gitanas te intentan hacer firmar un papel por el que posteriormente habrás de pagar o a los vendedores ambulantes que te intentarán vender una réplica de la Torre Eiffel. Hasta 1860 fue una población independiente de París, con no muy buena fama debido a los numerosos cabarets y lugares de alterne que se instalaron en la zona, siendo el más importante de ellos el "Moulin Rouge".
Montmartre tiene dos áreas bien diferenciadas. En la base, la dedicada a los cabarets con sus luces de neón y en lo alto de la colina su zona bohemia por excelencia, la cual tiene como epicentro la "Place du Tertre". Ésta última es la zona más bonita del barrio, con numerosos pintores, pequeños restaurantes franceses, tiendas, numerosas creperías, donde nosotras decidimos hacer una parada gastronómica :) y un ir y venir constante de turistas. Además en la parte alta se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón o más conocida como la "Basilique du Sacré Coeur", un majestuoso edificio en mármol blanco con increíbles vistas a la ciudad. Además es posible visitar en este barrio el café donde se rodó la famosa película de Amelie, el Café des Deux Moulins, en el número 25 de la rue Lepic.
Sin duda mi rincón favorito de París! Espero que vosotros descubráis el vuestro!! :)