Osaka se encuentra en la principal isla del archipiélago, Honshu, en la desembocadura del río Yodo en la bahía de Osaka. Es la tercera ciudad más grande de Japón por detras de Tokio y Yokohama. Particularmente no me gustó mucho la ciudad, la recuerdo muy ocura y totalmente industrial. Puede deberse a que solo teníamos un día para verla y diluvió. Era imposible estar por la calle tanto por la lluvia como por el viento, pero es lo que tiene viajar en agosto con el monzón pisándote los talones. Nosotros llegamos en tren desde Kioto. Visitamos el Edificio Umeda Sky, uno de los más emblemáticos de la ciudad pero no subimos a ver las vistas porque era imposible ver nada. Dimos una vuelta por el centro financiero y nos refugiamos en un centro comercial, donde aprovechamos para realizar algunas compras. Los japoneses celebraban allí unos talleres para los niños por lo que estaba todo decorado a la perfección, lleno de colores y juegos por todas partes. Fue el toque de color para un día gris!