OPORTO
Esta ciudad, la segunda ciudad más grande por detrás de Lisboa, situada al norte de Portural, junto a la desembocadura del río Duero que cuenta con 1,7 millones de habitantes. Estuve allí 6 días, 6 maravillosos días, coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa.
Se respira un cierto aire de decadencia y melancolía que invade sus estrechas y empinadas callecitas, sus señoriales barrios y sus viejos y poco iluminados callejones. Este ambiente tan peculiar junto a la simpatía de sus gentes ha conseguido que la UNESCO la declare Patrimonio de la Humanidad. Son muchas las cosas para hacer en Oporto, desde pasear al anocher junto a la ribera del Douro, observando las casas y bodegas iluminadas de Vila Nova de Gaia, comprar su artesanía desde mantelerías hasta toallas y juegos de café, disfrutar de los olores y sabores en el Mercado do Bolhao y como no de los vinos dulces típicos de Oporto, toda una Denominación de Origen.
Es conocido que "en Coimbra se canta, en Braga se reza, en Lisboa se divierte y en Oporto se trabaja". Sin embargo también se disfruta y mucho. Desde la Torre de los Clérigos se divisa toda la ciudad, coronada en lo alto por la Catedral de la Sé, donde los tejados rojos se distribuyen a lo largo de toda la ciudad y el tranvía, herencia del s. XIX se pierde en sus callejuelas y "ruas". La ciudad parece caótica sobretodo por los conductores que pitan y circulan a gran velocidad entre sus calles. Sin embargo por más que os cuente, lo bonito es vivirla y disfrutarla, disfrutarla con los cinco sentidos!
Esta ciudad, la segunda ciudad más grande por detrás de Lisboa, situada al norte de Portural, junto a la desembocadura del río Duero que cuenta con 1,7 millones de habitantes. Estuve allí 6 días, 6 maravillosos días, coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa.
Se respira un cierto aire de decadencia y melancolía que invade sus estrechas y empinadas callecitas, sus señoriales barrios y sus viejos y poco iluminados callejones. Este ambiente tan peculiar junto a la simpatía de sus gentes ha conseguido que la UNESCO la declare Patrimonio de la Humanidad. Son muchas las cosas para hacer en Oporto, desde pasear al anocher junto a la ribera del Douro, observando las casas y bodegas iluminadas de Vila Nova de Gaia, comprar su artesanía desde mantelerías hasta toallas y juegos de café, disfrutar de los olores y sabores en el Mercado do Bolhao y como no de los vinos dulces típicos de Oporto, toda una Denominación de Origen.
Es conocido que "en Coimbra se canta, en Braga se reza, en Lisboa se divierte y en Oporto se trabaja". Sin embargo también se disfruta y mucho. Desde la Torre de los Clérigos se divisa toda la ciudad, coronada en lo alto por la Catedral de la Sé, donde los tejados rojos se distribuyen a lo largo de toda la ciudad y el tranvía, herencia del s. XIX se pierde en sus callejuelas y "ruas". La ciudad parece caótica sobretodo por los conductores que pitan y circulan a gran velocidad entre sus calles. Sin embargo por más que os cuente, lo bonito es vivirla y disfrutarla, disfrutarla con los cinco sentidos!
Avenida da Libertade, Iglesia y Torre dos Clérigos, Iglesia Carmelitas, Iglesia do Carmo y tranvía 22
En esta vida hay que perderse de vez en cuando y si eso ocurre en el casco histórico de Oporto mejor que mejor. Se puede comenzar el recorrido desde la Avenida de los Aliados y visitar los monumentos que se encuentran en dicha calle, entre otros el Ayuntamiento.
Descendiendo por dicha avenida se llega hasta la Plaza de la Libertad, una de las más importantes de Oporto, en cuyo centro se encuentra una estatua del Rey Pedro IV. Muy cerca de aquí se encuentra la iglesia y Torre dos Clérigos. Merece la pena visitarla y sobretodo subir a la Torre, que cuenta con una de las mejores vistas de la ciudad. Eso sí, debéis ir motivados pues os esperan más de 250 escalones. Al bajar coged la rúa San Filipe de Nery y después la de Carmelitas hasta llegar a la iglesia de Nuestra Señora do Carmo. Justo enfrente es posible tomar el tranvía 22, cuya última parada será la Plaza Batalha y la iglesia de San Ildefonso, que cuenta con una fachada decorada con azulejos en blanco y azul, muy característica. Aprovechad este recorrido para conocer la ciudad con otro punto de vista :)
En esta vida hay que perderse de vez en cuando y si eso ocurre en el casco histórico de Oporto mejor que mejor. Se puede comenzar el recorrido desde la Avenida de los Aliados y visitar los monumentos que se encuentran en dicha calle, entre otros el Ayuntamiento.
Descendiendo por dicha avenida se llega hasta la Plaza de la Libertad, una de las más importantes de Oporto, en cuyo centro se encuentra una estatua del Rey Pedro IV. Muy cerca de aquí se encuentra la iglesia y Torre dos Clérigos. Merece la pena visitarla y sobretodo subir a la Torre, que cuenta con una de las mejores vistas de la ciudad. Eso sí, debéis ir motivados pues os esperan más de 250 escalones. Al bajar coged la rúa San Filipe de Nery y después la de Carmelitas hasta llegar a la iglesia de Nuestra Señora do Carmo. Justo enfrente es posible tomar el tranvía 22, cuya última parada será la Plaza Batalha y la iglesia de San Ildefonso, que cuenta con una fachada decorada con azulejos en blanco y azul, muy característica. Aprovechad este recorrido para conocer la ciudad con otro punto de vista :)
Plaça Batalha, rua Santa Caterina, Café Majestic y Mercado do Bolhao
Este podría ser uno de los itinerarios para recorrer la parte este de la ciudad, extensible al gusto del consumidor ya que Via Santa Catarina es una de las calles comerciales más famosas de todo Oporto. Se podría comenzar en el Mercado do Bolhao, antigua lonja de la ciudad que aun conserva ese aire antiguo y melancólico de épocas pasadas. El mercado tiene varias plantas en donde se distribuyen numerosos comerciantes que venden desde 1914 todos los productos típicos como frutas, pescado, carnes etc así como souvenirs y artesanía de Portugal: mantelerías, paños de cocina, bolsas de pan, etc. Puede parecer que está abandonado, con una dejadez extrema por parte de sus ocupantes pero es sin duda uno de los corazones de la ciudad, punto de referencia de todos sus habitantes.
Muy cerca de aquí se encuentra la Via Santa Catarina, animada calle comercial donde es posible encontrar el regalo perfecto. Avanzando en ella hacia la Plaça Batalha, a mano izquierda se encuentra el café Majestic, presente en todas las guías de Oporto. Yo lo visité por la tarde, donde disfruté de un chocolate caliente y unas torrijas, un placer en todos los sentidos. No había mucha gente, aun así nos tocó esperar unos 10-15 minutos hasta que un elegante portero nos abrió las puertas de este lugar emblemático. Este café abrió sus puertas el 17 de diciembre de 1921 bajo el nombre de “Elite”. Su fachada y paredes muestran el estilo de los años veinte, de la belle époque y junto al piano y la melodía que suena, te transportan a aquella época nada más cruzar sus enormes puertas. Tras esta parada obligada continuamos el paseo hacia Plaça Batalha. Se trata de una concurrida plaza en lo alto de la ciudad, rodeada de terrazas y cafés. Cuenta con numerosos edificios, entre los más significativos: el de Correos, el Teatro de Säo Joäo y la iglesia de San Ildefonso.
Este podría ser uno de los itinerarios para recorrer la parte este de la ciudad, extensible al gusto del consumidor ya que Via Santa Catarina es una de las calles comerciales más famosas de todo Oporto. Se podría comenzar en el Mercado do Bolhao, antigua lonja de la ciudad que aun conserva ese aire antiguo y melancólico de épocas pasadas. El mercado tiene varias plantas en donde se distribuyen numerosos comerciantes que venden desde 1914 todos los productos típicos como frutas, pescado, carnes etc así como souvenirs y artesanía de Portugal: mantelerías, paños de cocina, bolsas de pan, etc. Puede parecer que está abandonado, con una dejadez extrema por parte de sus ocupantes pero es sin duda uno de los corazones de la ciudad, punto de referencia de todos sus habitantes.
Muy cerca de aquí se encuentra la Via Santa Catarina, animada calle comercial donde es posible encontrar el regalo perfecto. Avanzando en ella hacia la Plaça Batalha, a mano izquierda se encuentra el café Majestic, presente en todas las guías de Oporto. Yo lo visité por la tarde, donde disfruté de un chocolate caliente y unas torrijas, un placer en todos los sentidos. No había mucha gente, aun así nos tocó esperar unos 10-15 minutos hasta que un elegante portero nos abrió las puertas de este lugar emblemático. Este café abrió sus puertas el 17 de diciembre de 1921 bajo el nombre de “Elite”. Su fachada y paredes muestran el estilo de los años veinte, de la belle époque y junto al piano y la melodía que suena, te transportan a aquella época nada más cruzar sus enormes puertas. Tras esta parada obligada continuamos el paseo hacia Plaça Batalha. Se trata de una concurrida plaza en lo alto de la ciudad, rodeada de terrazas y cafés. Cuenta con numerosos edificios, entre los más significativos: el de Correos, el Teatro de Säo Joäo y la iglesia de San Ildefonso.
Estación de San Bento, muelle de la Ribiera, Puente San Luis I y Vila Nova de Gaia
Tomando como referencia de nuevo la Avenida dos Aliados y girando a mano izquierda se llega a la estación de tren de San Bento, uno de los lugares emblemáticos de la ciudad. Es imprescindible entrar y contemplar su hall decorado con más de 20.000 azulejos en los que se relata la historia de Portugal, toda una maravilla que no os debéis perder.
Muy cerca de la estación, descendiendo por la rúa de Mousinho da Silveira y Alfándega se llega al enorme paseo que bordea el Duero. Allí os ofrecerán mil compañias con las que realizar un paseo en barco y conocer los numerosos puentes que tiene la ciudad, siendo el de Luis I el más importante. Precisamente cruzando este puente se accede a Vila Nova de Gaia. Se trata de una ciudad pegadita a Oporto, donde están situadas las bodegas de los famosos vinos de Oporto. Hay muchas para visitar y con el ticket del paseo en barco se incluye una visita y degustación. La zona de la ribera del Duero cuenta con muchísimos restaurantes, baras y puestos con las famosas mantelerías portuguesas. Si tienes tiempo y no quieres comer en los turísticos restaurantes de la ribera, piérdete por las callejuelas de la parte de atrás. Hay muchos restaurantes pequeños y familiares. Nosotros hicimos precisamente eso y acabamos probando uno de los mejores bacalaos de Oporto, estoy completamente segura.
Tomando como referencia de nuevo la Avenida dos Aliados y girando a mano izquierda se llega a la estación de tren de San Bento, uno de los lugares emblemáticos de la ciudad. Es imprescindible entrar y contemplar su hall decorado con más de 20.000 azulejos en los que se relata la historia de Portugal, toda una maravilla que no os debéis perder.
Muy cerca de la estación, descendiendo por la rúa de Mousinho da Silveira y Alfándega se llega al enorme paseo que bordea el Duero. Allí os ofrecerán mil compañias con las que realizar un paseo en barco y conocer los numerosos puentes que tiene la ciudad, siendo el de Luis I el más importante. Precisamente cruzando este puente se accede a Vila Nova de Gaia. Se trata de una ciudad pegadita a Oporto, donde están situadas las bodegas de los famosos vinos de Oporto. Hay muchas para visitar y con el ticket del paseo en barco se incluye una visita y degustación. La zona de la ribera del Duero cuenta con muchísimos restaurantes, baras y puestos con las famosas mantelerías portuguesas. Si tienes tiempo y no quieres comer en los turísticos restaurantes de la ribera, piérdete por las callejuelas de la parte de atrás. Hay muchos restaurantes pequeños y familiares. Nosotros hicimos precisamente eso y acabamos probando uno de los mejores bacalaos de Oporto, estoy completamente segura.