Teatro Massimo y Politeama
Subiendo por Via Maqueda, a la altura de la Piazza Verdi , nos encontramos con el imponente teatro Massimo. Este edificio neoclásico fue diseñado por el arquitecto Giovanni Battista Basile y su hijo Ernesto. Construido en una época de máxima pobreza, fue necesario derrumbar todo un barrio para su creación. Por ello cuenta la leyenda que muchas de aquellas víctimas vagan aun en su interior. Si seguimos paseando y nos adentramos en la Via Ruggiero Settimo aparece otra impresionante obra del arquitecto G.D. Almeyda, el teatro Politeama, inspirado en el de Pompeya. Esta plaza además es punto de reunión de los jóvenes palermitanos así como el lugar de celebración de grandes eventos públicos y manifestaciones. Los domingos Via Maqueda y Via Ruggiero Settimo se cierran al tráfico y se puede disfrutar de un agradable paseo entre los numerosos puestos callejeros que se instalan allí y que terminan en el Politeama con un gran mercado de flores.
Subiendo por Via Maqueda, a la altura de la Piazza Verdi , nos encontramos con el imponente teatro Massimo. Este edificio neoclásico fue diseñado por el arquitecto Giovanni Battista Basile y su hijo Ernesto. Construido en una época de máxima pobreza, fue necesario derrumbar todo un barrio para su creación. Por ello cuenta la leyenda que muchas de aquellas víctimas vagan aun en su interior. Si seguimos paseando y nos adentramos en la Via Ruggiero Settimo aparece otra impresionante obra del arquitecto G.D. Almeyda, el teatro Politeama, inspirado en el de Pompeya. Esta plaza además es punto de reunión de los jóvenes palermitanos así como el lugar de celebración de grandes eventos públicos y manifestaciones. Los domingos Via Maqueda y Via Ruggiero Settimo se cierran al tráfico y se puede disfrutar de un agradable paseo entre los numerosos puestos callejeros que se instalan allí y que terminan en el Politeama con un gran mercado de flores.
Catacumbas de los Capuchinos
Las catacumbas tienen su origen en el año 1599 siendo el hermano Silvestro de Gubio el primero en ser enterrado allí. Poco a poco se fueron haciendo famosas y cada vez eran más las personas distinguidas: médicos, curas, abogados, militares, etc que pedían ser enterradas allí. Las condiciones del lugar en cuanto a humedad y temperatura la hacían idónea para conservar los cuerpos y con el tiempo se ha convertido en uno de los museos más antiguos y escalofriantes del mundo entero. Los cadáveres están organizados en hileras y clasificados en: hombres, mujeres, niños, vírgenes, monjes y profesionales. Rosalía Lombardo, la niña apodada como la Bella durmiente descansa en estas catacumbas. Falleció en 1920, a la edad de 2 años y su cuerpo fue momificado por el doctor Solafia, mediante una técnica desconocida aun ya que se llevó el secreto a la tumba. La curiosidad de está niña radica en su perfecto estado de conservación que te hace creer que la niña está durmiendo plácidamente.
Las catacumbas tienen su origen en el año 1599 siendo el hermano Silvestro de Gubio el primero en ser enterrado allí. Poco a poco se fueron haciendo famosas y cada vez eran más las personas distinguidas: médicos, curas, abogados, militares, etc que pedían ser enterradas allí. Las condiciones del lugar en cuanto a humedad y temperatura la hacían idónea para conservar los cuerpos y con el tiempo se ha convertido en uno de los museos más antiguos y escalofriantes del mundo entero. Los cadáveres están organizados en hileras y clasificados en: hombres, mujeres, niños, vírgenes, monjes y profesionales. Rosalía Lombardo, la niña apodada como la Bella durmiente descansa en estas catacumbas. Falleció en 1920, a la edad de 2 años y su cuerpo fue momificado por el doctor Solafia, mediante una técnica desconocida aun ya que se llevó el secreto a la tumba. La curiosidad de está niña radica en su perfecto estado de conservación que te hace creer que la niña está durmiendo plácidamente.
Catedral de Palermo
Desde el Palacio Normando, atravesando la Porta Nuova, entramos en la via Vittorio Emanuele donde se encuentra la catedral. Tiene su origen en una iglesia bizantina transformada posteriormente por los árabes en mezquita y finalmente en templo normando. Se encuentra en una gran plaza presidida por la estatua de Santa Rosalía donde destaca el pórtico gótico de la fachada lateral así como los arcos ojivales, que cruzando por encima de via Matteo Bonello unen el edificio principal con el Palacio Arzobispal.
Desde el Palacio Normando, atravesando la Porta Nuova, entramos en la via Vittorio Emanuele donde se encuentra la catedral. Tiene su origen en una iglesia bizantina transformada posteriormente por los árabes en mezquita y finalmente en templo normando. Se encuentra en una gran plaza presidida por la estatua de Santa Rosalía donde destaca el pórtico gótico de la fachada lateral así como los arcos ojivales, que cruzando por encima de via Matteo Bonello unen el edificio principal con el Palacio Arzobispal.
Mercados callejeros: di Ballarò, di Capo y Vucciria
Los mercadillos son la esencia de Sicilia, datan de comienzo de la Edad Media y prácticamente se han mantenido intactos hasta nuestros días. Podemos encontrarnos muchos y de diversos tipos. Los de Palermo tienen una fuerte influencia árabe y se extienden por las estrechas y laberínticas calles de la ciudad llenándola de colorido, además es típico verlos llenos de humos de las "stighiole" o tripas a la brasa que se cocinan en ellos durante todo el día y la noche. Uno de los más antiguos y más frecuentados por los palermitanos es el "Mercato di Ballarò". De día está lleno de fruteros, carniceros y pescaderos canturreando así como de motoristas zigzagueando entre la gente (alguna vez he temido por mi vida, son muy atrevidos) y de noche se transforma en un lugar perfecto para tomar una cerveza forst o una "bomba" (nunca las bombas eran iguales a la anterior), sorprendente!!). Tras el Teatro Massimo se encuentra otro mercado, el "Mercato di Capo" mucho menos turístico y más pequeño que Ballarò y donde se puede encontrar un poco de todo: comida, ropa, cosas de segunda mano, etc. Por último si hay un mercado famoso y turístico por excelencia es el de "Vucciria". Se encuentra en torno a la Piazza Caracciolo, corazón del mercado y cuenta con numerosos puestos de frutas, carnes o especias durante el día y por la noche se transforma en una de las zonas con más ambiente de la ciudad. En él se pueden encontrar los mejores puestos de comida callejera "cibo da strada" que vienen genial tras una larga noche de fiesta. Es un ambiente distinto a Ballarò, mucho más movido y abierto hasta altas horas de la mañana.
Los mercadillos son la esencia de Sicilia, datan de comienzo de la Edad Media y prácticamente se han mantenido intactos hasta nuestros días. Podemos encontrarnos muchos y de diversos tipos. Los de Palermo tienen una fuerte influencia árabe y se extienden por las estrechas y laberínticas calles de la ciudad llenándola de colorido, además es típico verlos llenos de humos de las "stighiole" o tripas a la brasa que se cocinan en ellos durante todo el día y la noche. Uno de los más antiguos y más frecuentados por los palermitanos es el "Mercato di Ballarò". De día está lleno de fruteros, carniceros y pescaderos canturreando así como de motoristas zigzagueando entre la gente (alguna vez he temido por mi vida, son muy atrevidos) y de noche se transforma en un lugar perfecto para tomar una cerveza forst o una "bomba" (nunca las bombas eran iguales a la anterior), sorprendente!!). Tras el Teatro Massimo se encuentra otro mercado, el "Mercato di Capo" mucho menos turístico y más pequeño que Ballarò y donde se puede encontrar un poco de todo: comida, ropa, cosas de segunda mano, etc. Por último si hay un mercado famoso y turístico por excelencia es el de "Vucciria". Se encuentra en torno a la Piazza Caracciolo, corazón del mercado y cuenta con numerosos puestos de frutas, carnes o especias durante el día y por la noche se transforma en una de las zonas con más ambiente de la ciudad. En él se pueden encontrar los mejores puestos de comida callejera "cibo da strada" que vienen genial tras una larga noche de fiesta. Es un ambiente distinto a Ballarò, mucho más movido y abierto hasta altas horas de la mañana.