Estando instalados en Amritsar y tras visitar el Golden Temple, en dos coches proporcionados por el hotel nos dirigimos a la localidad cercana de Wagah, en el valle de Kashmir. Se trata en realidad de un puesto fronterizo entre India y Pakistán situado en la carretera que une las ciudades de Amritsar (India) y Lahore (Pakistán) y que lleva dividido desde 1947 con la independencia y partición de dichos países. ¿Qué tiene de especial este lugar? Pues a priori parece un pequeño lugar en medio de la nada.
Cada tarde al caer el sol, desde 1959, soldados pakistaníes e indios llevan a cabo allí el cambio de guardia. Para ello los soldados de ambas nacionalidades marchan por la calle fronteriza en un desfile a modo de espectáculo en que lucen sus mejores galas, descienden sus respectivas banderas y simulan el cierre de la frontera, todo ello amenizado con una banda de música en directo. Llegamos allí tres horas antes de que comenzara, puesto que debíamos acreditar nuestra nacionalidad con los pasaportes y guardar las largas colas que se formaban para entrar. Para los indios era todo un espectáculo al que acudían familias enteras. Nos dividieron en dos grandes grupos según fueras indio o extranjero pero no había distinción entre hombres y mujeres. Sin embargo, al otro lado de las verjas, en Pakistán, era posible distinguir dos gradas totalmente diferenciadas, en la de la izquierda se situaban los hombres y a la derecha las mujeres, todas ellas cubiertas por un velo. Durante toda la tarde, antes de que comenzara en la parte de India ponían música, podías salir a bailar, los niños correteaban... era en realidad, una fiesta en toda regla! Si tenéis la oportunidad no dudéis el asistir, sin lugar a dudas merece la pena.
*Os dejo este interesante artículo por si queréis conocer más detalles:
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/01/19/actualidad/1295391608_850215.html
Cada tarde al caer el sol, desde 1959, soldados pakistaníes e indios llevan a cabo allí el cambio de guardia. Para ello los soldados de ambas nacionalidades marchan por la calle fronteriza en un desfile a modo de espectáculo en que lucen sus mejores galas, descienden sus respectivas banderas y simulan el cierre de la frontera, todo ello amenizado con una banda de música en directo. Llegamos allí tres horas antes de que comenzara, puesto que debíamos acreditar nuestra nacionalidad con los pasaportes y guardar las largas colas que se formaban para entrar. Para los indios era todo un espectáculo al que acudían familias enteras. Nos dividieron en dos grandes grupos según fueras indio o extranjero pero no había distinción entre hombres y mujeres. Sin embargo, al otro lado de las verjas, en Pakistán, era posible distinguir dos gradas totalmente diferenciadas, en la de la izquierda se situaban los hombres y a la derecha las mujeres, todas ellas cubiertas por un velo. Durante toda la tarde, antes de que comenzara en la parte de India ponían música, podías salir a bailar, los niños correteaban... era en realidad, una fiesta en toda regla! Si tenéis la oportunidad no dudéis el asistir, sin lugar a dudas merece la pena.
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http://internacional.elpais.com/internacional/2011/01/19/actualidad/1295391608_850215.html