Habana. 10.45h y desde la estación de ómnibus nos disponemos a coger un Viazul camino a Cienfuegos. Ciudad que consideraremos el punto de partida del viaje puesto que en la Habana solo pasamos una noche ante la imposibilidad de ir directamente del aeropuerto de José Martí a Cienfuegos. El viaje son unos 250 km aproximadamente y transcurre muy tranquilo. Los paisajes son muy variados desde pequeñas aldeas a enorme extensiones verdes de tierra y pantanos al cruzar el Parque Nacional Ciénaga de Zapata. Se trata de uno de los mayores humedales del Caribe y esconde especies de flora y fauna imposibles de encontrar en otro lugar, de ahí que sea conocido mundialmente. Realizamos una parada para comer y tomar algún "refrigerio" en el propio parque y a las 15.10 puntuales llegamos a Cienfuegos.
La estación como todas las de Viazul, están abarrotadas de personas ofreciéndote servicios desde casas particulares, hasta coches y/o restaurantes. En nuestro caso ya habíamos reservado previamente en casa Iván. Estaba superbien situada a apenas dos calles de la estación y a 10 minutos paseando de la zona del Boulevard/Bulevar. Nada más llegar Iván nos ayudó a instalarnos y se sentó con nosotros con plano en mano para situarnos en la ciudad y recomendarnos lo que a su parecer era lo más bonito de Cienfuegos pues solo estaríamos un día en la ciudad. Me pareció muy simpático y una persona con la que se podía hablar de cualquier tema por peliagudo que fuese. Nos estuvo contando como el turismo en Cienfuegos estaba basado en excursiones express a diferencia de otras poblaciones como Trinidad donde se favorecía y alentaba a la gente a pasar varios días. Éstas ciudades habían absorbido todo el turismo puesto que el gobierno así lo organizó alegando que Cienfuegos contaba con gran cantidad de industrias y no necesitaba de él para subsistir. También conocida como la "Perla del Sur", Cienfuegos fue fundada por franceses y eso se reflejó originariamente en sus calles y arquitectura. Sin embargo hoy día la influencia más marcada es la española, que ha sido la que ha perdurado tras mas de dos siglos de historia, quedando reflejado en sus construcciones y que han hecho que el Centro Histórico Urbano de Cienfuegos fuera declarado en 2005 Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Siguiendo las indicaciones de Iván en apenas 10 minutos estabamos listos para salir a conocer esta ciudad y su gente, que he de decir resultaron de las más simpáticas del viaje! Las calles estaban llenas de gente en bici y carros de caballos que te ofrecían llevarte a donde quisieras. Nosotros preferimos ir andando y callejear, pues creo es verdaderamente como se disfruta una ciudad. Tal y como Iván nos indico en unos 15 minutos llegamos al Paseo del Prado. Se trata del más extenso del país, con casi 2km llenos de portales y galerías donde refugiarte del sol, como fue nuestro caso. Eran las 4.30h de la tarde y el calor era agobiante. Originariamente tuvo otros nombres como Paseo de Isabel II o Paseo de la Independencia tras la guerra con España y ya fue a partir de 1913 cambio a Paseo del Prado. En pleno paseo y como buen turista nos hicimos una foto con la escultura en bronce del cantante cubano Benny More, toda una institución en Cuba. Tras despedirnos de Benny nos adentramos en el Bulevar de la ciudad. Un conjunto de calles peatonales repletas de bares, restaurantes y tiendas que acaban con el Parque José Martí al fondo y con la bahía y el malecón a su izquierda. Dadas las horas que eran la mayoría de tiendas y puestos callejeros estaban cerrando por lo que decidimos dejar esa zona para el día siguiente y dirigirnos hacia la zona del malecón.
Siguiendo las indicaciones de Iván en apenas 10 minutos estabamos listos para salir a conocer esta ciudad y su gente, que he de decir resultaron de las más simpáticas del viaje! Las calles estaban llenas de gente en bici y carros de caballos que te ofrecían llevarte a donde quisieras. Nosotros preferimos ir andando y callejear, pues creo es verdaderamente como se disfruta una ciudad. Tal y como Iván nos indico en unos 15 minutos llegamos al Paseo del Prado. Se trata del más extenso del país, con casi 2km llenos de portales y galerías donde refugiarte del sol, como fue nuestro caso. Eran las 4.30h de la tarde y el calor era agobiante. Originariamente tuvo otros nombres como Paseo de Isabel II o Paseo de la Independencia tras la guerra con España y ya fue a partir de 1913 cambio a Paseo del Prado. En pleno paseo y como buen turista nos hicimos una foto con la escultura en bronce del cantante cubano Benny More, toda una institución en Cuba. Tras despedirnos de Benny nos adentramos en el Bulevar de la ciudad. Un conjunto de calles peatonales repletas de bares, restaurantes y tiendas que acaban con el Parque José Martí al fondo y con la bahía y el malecón a su izquierda. Dadas las horas que eran la mayoría de tiendas y puestos callejeros estaban cerrando por lo que decidimos dejar esa zona para el día siguiente y dirigirnos hacia la zona del malecón.
De camino a la bahía nos encontramos con la aduana de la ciudad. Esta aduana se encarga de controlar la actividad de Cienfuegos vinculada al comercio exterior así como garantizar la seguridad y protección de "la economía nacional". El puerto de Cienfuegos es considerado uno de los más amplios e importantes de la isla, ya que permite el atraque de todo tipo de barcos por grandes que sean. Seguimos caminando y llegamos por fin al malecón. En su extremo final el malecón simula la figura de una lengua y esa punta final recibe el nombre de Punta Gorda. El paseo hasta allá es posible realizarlo en bicitaxi, taxi o carro. Nosotros hicimos la ida andando y la vuelta en bicitaxi. Todo el recorrido esta plagado de casas y palacetes de mitad de siglo dignos de ver, cada uno de un color recuerda y nos teletransporta a otra época. Tardamos como una hora y media en llegar al final de Punta Gorda. Una vez allí nos encontramos con el hotel Jagua. Un hotel emblemático que prometía unas increíbles vistas de la bahía. Decidimos comprobarlo, estaba atardeciendo así que ¿dónde mejor para tomar una bucanero (la cerveza mítica de Cuba) viendo la puesta de sol? La terraza no defraudó pues se tenía una vista completa de toda la bahía y la ciudad de Cienfuegos al fondo. Además como en otros muchos sitios de Cuba un grupo de música amenizaba la velada.
Ya se había hecho de noche y pensamos volver en el bus "nacional" con el resto de cubanos que volvían de la playa. Sin embargo ante la insistencia de una bicitaxi cambiamos de opción y decidimos subir con él y un amigo. Éramos cuatro personas, así que dos y dos. 2 CUC por bicitaxi desde Punta Gorda hasta el Parque José Martí. Creo que fue una de las mejores experiencias que he tenido en Cuba. El trayecto duró unos 25 minutos y durante este tiempo fuimos hablando de TODO con el conductor. Era un chico joven, un profesor de historia casado y con dos niñas pequeñas. Nos contó como tuvo que dejar de trabajar como tal y pasarse al sector turista para poder sobrevivir. Es indignante como el estado puede pensar que con 12 euros al mes un profesor puede alimentar a su familia, ni siquiera puede subsistir él mismo. Sin embargo la bicitaxi le permitia ganar unos 150 euros al mes, eso sí trabajando sin mirar el reloj, el día de la semana o si era festivo o no. Su mujer trabajaba en un supermercado nacional, en donde esporadicamente y bajo manga podía coger productos y así hacer frente a los ridículos sueldos. Todo lo que se le pueda sacar a Liborio (así llaman en Cuba al estado) bien está! De hecho es una práctica común, quien trabaja en un hospital "coge prestado" medicamentos, quien está en un colegio papel y lápices, quien está en un taller herramientas y así un largo étc. Triste pero cierto :(
Nos recomendaron un paladar (restaurante): Bouyon 1825 en pleno centro. Todos los restaurantes te cobran un precio X al consumir. Si te lleva alguien un euro de ese X se lo lleva el que te recomienda sino se lo queda el restaurante (estado). Así que pensamos que mejor se lo llevaran ellos. Directamente las bicitaxis nos dejaron allí y la verdad que mereció la pena. La comida estuvo genial, abundante y a un buen precio, unos 12-16 euros dependiendo del menú o "table". Normalmente las tables están formadas por un plato combinado donde puedes encontrar desde filetes de res hasta camarones (mi plato favorito en todo el viaje) y langosta, todo ello acompañado con arroz moro (arroz y frijoles) así como chicharitas (plátano frito). Tras el atracón decidimos volver a casa paseando para bajar la cena. Había un ambientazo increíble, todas las calles llenas de gente pues hacía fresquito y no se estaba nada mal sentado en los parques o algún portal. En especial estaba a tope el parque de José Martí puesto que allí se cogía wifi, previo pago a la empresa nacional Etecsa. En sus oficinas era posible comprar una tarjeta con la cual tenías internet dos horas por 4 CUC. Ya estaban cerradas y esa noche no pudimos conectarnos, decidimos que compraríamos un par al día siguiente pues el poder llamar desde Cuba a casa no parecía tarea fácil.
Nos recomendaron un paladar (restaurante): Bouyon 1825 en pleno centro. Todos los restaurantes te cobran un precio X al consumir. Si te lleva alguien un euro de ese X se lo lleva el que te recomienda sino se lo queda el restaurante (estado). Así que pensamos que mejor se lo llevaran ellos. Directamente las bicitaxis nos dejaron allí y la verdad que mereció la pena. La comida estuvo genial, abundante y a un buen precio, unos 12-16 euros dependiendo del menú o "table". Normalmente las tables están formadas por un plato combinado donde puedes encontrar desde filetes de res hasta camarones (mi plato favorito en todo el viaje) y langosta, todo ello acompañado con arroz moro (arroz y frijoles) así como chicharitas (plátano frito). Tras el atracón decidimos volver a casa paseando para bajar la cena. Había un ambientazo increíble, todas las calles llenas de gente pues hacía fresquito y no se estaba nada mal sentado en los parques o algún portal. En especial estaba a tope el parque de José Martí puesto que allí se cogía wifi, previo pago a la empresa nacional Etecsa. En sus oficinas era posible comprar una tarjeta con la cual tenías internet dos horas por 4 CUC. Ya estaban cerradas y esa noche no pudimos conectarnos, decidimos que compraríamos un par al día siguiente pues el poder llamar desde Cuba a casa no parecía tarea fácil.
Al día siguiente amanecimos temprano, sobre las 8.00h ya estábamos desayunando. El plan de hoy era acercarnos al Parque Jose Martí y una vez allí visitar los diferentes edificios y museos así como la catedral. A pesar de la hora, el sol calentaba de lo lindo, prometía ser un día fuerte. En nuestra ruta volvimos a cruzar el Paseo del Prado, saludamos a Benny y vivimos verdaderamente la ciudad, su tráfico, el ir y venir de los carros, la gente en sus bicis, vecinas hablando en los portales, abueletes jugando al ajedrez...nada que ver con la tarde anterior. Una vez acabado el bulevar teníamos el parque de José Martí ante nosotros, centro histórico de Cienfuegos y una de las señas de identidad de toda la provincia. En torno a él se encuentran los edificios emblemáticos de la ciudad. Visitamos en primer lugar el Teatro Tomás Terry, con una fachada elegante y majestuosa. Este teatro junto con el de Santa Clara y Matanzas conforman la trilogía de los teatros del siglo XIX que se conservan en Cuba. Su construcción comenzó en 1887 gracias a la ayuda económica de Tomás Terry, un importante comerciante de la industria azucarera de la región, motivo por el cual tomó su nombre. Se basa en una única sala con forma de herradura y cuatro niveles para disfrutar del espectáculo. La entrada son 2 CUC (+ 5CUC si entras con cámara). Casualmente esa mañana estaban utilizándola para llevar a cabo la graduación de los estudiantes de medicina. Había muchísima gente, la mayoría de los estudiantes o ya médicos con sus batas (firmándolas unos a otros) y sus padres, totalmente engalanados y sonrientes. Justo a la derecha de este edificio tenemos la Catedral de Nuestra Señora de la Purísima Concepción. Data de 1983 y en los últimos años está siendo remodelada. En particular sus 15 vitrales están siendo restaurados por una empresa española. Está previsto que las obras concluyan en 2018, haciéndolo coincidir con los 200 años de la fundación de la ciudad. En el mismo parque está el arco del triunfo y justo la fachada tras él es el Palacio Ferrer. El arco fue construido por los propios cubanos de Cienfuegos para conmemorar la independencia cubana. El Palacio estaba cerrado cuando intentamos visitarlo. De la misma nos encontramos el Palacio de Gobierno. No es que estuviera cerrado sino que no se permitía la entrada a turistas, ni siquiera acercarte si te veían con la intención de tirar una foto. Aun así merece la pena ver su fachada.
Cienfuegos cuenta además con numerosas galerías de arte en las que puedes entrar y comentar la obra con el autor. Fue una de las cosas que más me gustó de esta ciudad, pues al final los monumentos puedes verlos a través de internet pero no tratar con la gente. Precisamente en la esquina izquierda al teatro hay una galería de arte con pintura y escultura de un arquitecto cubano cuya obra está basada en la muerte y en la utilización del cuerpo humano como piezas de construcción. Algo curioso, interesante y muy raro a partes iguales. También hay muchos en la zona del paseo que va al malecón, ahí más centrados en pinturas. Gracias a todos ellos nos enteramos de los problemas que tienen los artistas para dar a conocer sus obras al mundo debido a las limitaciones de internet y el régimen.
Tras esta ajetreada mañana cultural hicimos algunas compras de souvenirs en los puestos callejeros y regresamos a comer a casa Iván. Nos tenía preparada una Tablet con langosta increíble! Una de las mejores que probé en Cuba! Nuestro bus a Trinidad salía a las 14.40. Teníamos tiempo de sobra :)
Tras esta ajetreada mañana cultural hicimos algunas compras de souvenirs en los puestos callejeros y regresamos a comer a casa Iván. Nos tenía preparada una Tablet con langosta increíble! Una de las mejores que probé en Cuba! Nuestro bus a Trinidad salía a las 14.40. Teníamos tiempo de sobra :)